Pensando en que significa “Lo común en arquitectura”, me he encontrado pensando en la ciudad*. Porque la ciudad es el espacio que nos pertenece a todos, nuestro común, y además es lo más “normal” que tenemos en el concepto de sociedad, entendiéndolo como lo primario para que una sociedad aparezca.
La ciudad es un conjunto de espacios que se entrelazan y se alimentan unos de otros aportándose cosas; se aportan usos, vida, vacíos, llenos, se superponen, se accede a unos por otros, se aportan actividad, se dan sentido…. La ciudad no puede entenderse por trozos, es un conjunto indivisible por el que todos transitamos y del que todos recibimos para hacer nuestro día a día…. Es lo que todos tenemos en común, lo que nos une aunque no nos conozcamos, aunque vivamos en distintas zonas, es algo que compartimos, hasta el punto que resulta extraño pensar que ese lienzo donde suceden tantas cosas, es de todos.
Este espacio compartido es por lo que lo común, lo que es de todos, es responsabilidad de todos y propiedad de todos. Todos tenemos derechos y obligaciones sobre ello… que funcione, este limpio, tenga buen uso, se conserve en óptimas condiciones, mantenga buenas cualidades… es una responsabilidad compartida de todos.
El cómo debemos mantener este tesoro común es algo que no está escrito, las tareas no están definidas, no hay un guion que indique cuales son los cuidados que cada uno debe dar a este espacio que compartimos ni que responsabilidades son las que cada una de las personas tiene sobre lo común, es un acuerdo no escrito que debe anidar en la sociedad, aportando cada uno un granito para enriquecer su espacio más próximo.
Para mí es por tanto lo común en arquitectura aquello que compartimos, aquello que recoge nuestras relaciones con los otros, es todo aquello que hace que entre las personas se generen relaciones y que este mismo espacio a la vez vaya generándolas, no como un simple decorado sino como algo orgánico que cambia con el paso del tiempo y se adapta a las necesidades de los que allí se encuentran para acoger sus acciones.
Se trata de dibujar el lienzo donde va a transcurrir la vida. Este lienzo es distinto según las costumbres, gustos, tradiciones… por lo que tiene que adaptarse a los gustos y formas de vivir, teniendo en cuenta también condicionantes físicos, geográficos, de comunicaciones, circulaciones…
Por ser lo común tan importante para la sociedad, la creación de lo común es una responsabilidad enorme. Es un trabajo que requiere conocer todos estos condicionantes y como varían en función de las condiciones climáticas, del día del año, del día de la semana, de qué hora del día es… y que debe mantener presente que, si este lienzo donde las personas se reúnen, se cruzan y se encuentran, no propicia cada una de esas acciones, la sociedad se queda con un vacío que la hace perder valor.
Reflexionando sobre los cambios que ha experimentado la ciudad en los últimos 50 años, pienso que hemos perdido calidad en el lienzo, que lo común en bastantes ocasiones, no es el espacio más adecuado para que toda esa vida surja y se mantenga en el tiempo, sino que hemos impuesto volúmenes, líneas y superficies que han generado lugares donde no suceden cosas, donde la vida no se engancha y crece, sino que se trata de lugares que son ajenos a ella, se trata de simples escenarios que no interfieren con lo que pasa “encima”, lugares que no favorecen nada en concreto y que como espacios de paso, tampoco tienen identidad,
Es por todo esto por lo que las palabras de Francisco Mangado "Los jóvenes deben asumir la arquitectura como servicio, en oposición a las últimas tendencias que van en contra de la sociedad" (discurso inaugural en Pamplona del II Congreso Internacional de Arquitectura y Sociedad: Lo común (2012)) adquieren todo su sentido y deben suponer la base de nuestras actuaciones.
*Utilizando el término de ciudad como “Población donde habita un conjunto de personas, sin tamaño mínimo, pudiendo tratarse de cualquier tipo de comunidad.
Documentación
Reflexiones consultadas
Reforma de Trafalgar Square de Foster, que mejora sin que se aprecie la mano del arquitecto
Arquitectos consultados participantes en el Congreso de Pamplona de 2012:
Francisco Mangado
Norman Foster
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